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—Entonces, ¿cómo estás? Ha pasado un tiempo y es una sorpresa verte aquí.
—Cielo abrió los ojos con sorpresa cuando la voz calmante del hombre la hizo volver al presente. Había un matiz de excitación y sorpresa en su voz—, mirándola con ojos brillantes y hermosos, ¡casi cegadores!
—Eh —se aclaró la garganta, recomponiéndose—. Sí, ha pasado tiempo. ¿Cómo estás tú?
—Estoy bien. Como siempre —Leo meneó la cabeza—. No hay mucho qué decir de mí, ya que no hay nada nuevo. Actualmente estoy preparándome para un papel, así que hay eso. ¿Y tú? ¿Cómo has estado?
—Estoy bien.
—Hubo un momento de silencio que cayó sobre ambos mientras el hombre esperaba más. Sin embargo, Cielo no continuó. Observando a la mujer frente a él, podía decir que ella no había cambiado. Bueno, se veía más madura ahora, pero aún era la belleza que una vez conoció.
