—Adrienne despertó con el sonido de la lluvia fuera de su ventana. Hacía un mes desde que dejó la casa que compartía con Lennox y se quedó con la familia Zhao. Extrañaba a Lennox, pero sabía que irse fue la decisión correcta. Les dio tiempo para reflexionar sobre su relación y determinar sus deseos. Ahora, mientras miraba por la ventana, sentía una sensación de paz y claridad.
Se sentó en la cama y envolvió sus brazos alrededor de sus piernas mientras veía las gotas de lluvia deslizarse por el cristal de la ventana. Adrienne se preguntaba si Lennox había aprendido su lección y estaba dispuesto a dejar a su padre en paz.
Adrienne echó un vistazo al reloj en su mesa de noche y vio que eran solo las cinco de la mañana. Con la fuerza con la que caía la lluvia afuera, sabía que sería un día largo y sombrío. Suspiró y a regañadientes salió de la cama, sabiendo que no tenía más remedio que comenzar su día.