—Entiendo por qué Lennox no quiere verme ni hablar conmigo. No lo culpo por eso. Solo desearía que al menos me permitiera disculparme por lo que he hecho —El estado de ánimo de Abigail había estado bajo últimamente ya que su hijo permanecía distante y sin respuesta. Anhelaba tener la oportunidad de enmendar las cosas y esperaba que Lennox eventualmente encontrara en su corazón la posibilidad de permitirle disculparse y reconstruir su relación.
Abigail no podía evitar sentir un profundo pesar por sus acciones pasadas, al darse cuenta del dolor que había causado a su hijo y ansiando la oportunidad de mostrarle cuánto lamentaba haberlo herido.
—Dale algo de tiempo, Mamá. Estos últimos días no han sido fáciles para Lennox. Sé que está tratando de mantenerse ocupado en el trabajo para distraerse. Sé que vendrá a hablar contigo una vez que esté listo —trató de tranquilizar a su suegra Adrienne.