Esto no era lo que Valerie tenía en mente cuando planeó sus vacaciones. Nunca se le pasó por la cabeza que el peligro la esperaba una vez que llegara a su destino. No era la primera vez que Valerie había ido de excursión, pero seguramente era la primera vez —posiblemente también la última— que era secuestrada.
Al principio, pensó que había algunos errores, ya que sus compañeros de excursión que debían subir la montaña no estaban por ningún lado. No fue hasta que alguien la golpeó en la espalda que Valerie se dio cuenta de que estaba en peligro.
Habían pasado cinco días desde que fue secuestrada, y Valerie estaba segura de que su familia y sus amigos ya la estaban buscando. No tenía idea de dónde estaba ahora, pero estaba segura como el infierno de que no estaba en el campo, donde se encontraban las atracciones turísticas de la cadena montañosa.