Lewis Jiang nunca pensó que experimentaría tanta humillación de su hija. Las cosas nunca volvieron a ser las mismas para él después de que las autoridades detuvieron a su segunda esposa y a Cayden por el intento de asesinato de su primera esposa, Rosemary. Los principales inversores de Corporación Jiang se retiraron uno tras otro, haciendo que sus acciones en el mercado cayeran aún más.
Kristoff, el CEO al que externalizaron para administrar la compañía, no pudo hacer nada para salvar a la Corporación Jiang de su inevitable fin. A pesar de los mejores esfuerzos de Kristoff, la reputación de la compañía había sido dañada irreparablemente debido al escándalo que involucraba a la familia Jiang.
El escrutinio de los medios y la reacción pública hicieron imposible que la Corporación Jiang recuperara su antigua gloria. Como resultado, Lewis quedó devastado personal y profesionalmente al ver cómo su obra de vida se desmoronaba ante sus ojos.