La mansión ancestral de la familia Qin estaba ubicada en la Ciudad de Jinling, y era la primera vez que Adrienne visitaba un lugar tan grandioso. La intrincada arquitectura de la mansión y sus hermosos jardines paisajísticos la dejaron asombrada mientras admiraba la rica historia que se preservaba dentro de sus muros.
La mansión, al igual que la ciudad, fue construida durante una época anterior, pero ahora se erige impecable, con sus muros de piedra esculpidos en altos arcos, su arquitectura china tradicional fusionada con plazas y pasajes europeos. Los jardines están cuidados, ricos en flora vibrante y estatuas de piedra que hablan de una cultura antigua.