El día de la boda de Alistar y Ayla finalmente llegó. La novia no podía contener su felicidad mientras se sentaba en la habitación de la novia, esperando la llegada de la ceremonia y recibiendo saludos y regalos de sus invitados. Estaba sentada dentro de una lujosa habitación, vestida con un vestido de novia blanco adornado con encaje delicado y cuentas brillantes.
El corazón de Ayla latía emocionado, sus ojos brillaban de anticipación mientras se imaginaba caminando hacia el altar hacia su amado Alistar. La habitación estaba llena con una dulce fragancia de flores frescas, añadiendo al aire de alegría que rodeaba este día especial.