—Mamá, solo estoy diciendo que necesitamos tener cuidado. Hunter no es alguien con quien se pueda jugar, y ha dejado claro que no dejará de lado su venganza contra nuestra familia —Cayden habló de nuevo, su voz teñida de preocupación.
Camilla se encogió de hombros, desestimando las preocupaciones de su hijo —He lidiado con peores que él antes. Yo me encargaré si se convierte en un problema.
Al hablar, Camilla podía sentir cómo la ira hervía en su sangre. El mero pensamiento de Hunter Nian y su madre adoptiva le hacía apretar los dientes. La muerte de Eleanor Nian había sido un sacrificio necesario, y no sentía ningún remordimiento. Si no fuera por sus acciones, la posición de Cayden en la familia Jiang habría estado en peligro.