Mientras tanto, la familia Han tenía una invitada inusual ese día. La Señora Mayor Han sonreía ampliamente mientras sostenía la mano de Ayla Jiang, quien la acompañaba a su vasto jardín para tomar el té de la tarde.
Detrás de ellas estaba Stella, la madrastra de Alistair. Tenía una expresión complicada en su rostro mientras miraba a Ayla. Esta joven llegó de repente sin avisar, queriendo ver a Alistair.
Stella sabía que su hijastro estaba obsesionado con Adrienne ya y encontró la afirmación de Ayla de ser la amante de Alistair sospechosa. Tampoco ayudó que la familia Jiang hubiera dejado una mala impresión en Stella debido a cómo habían tratado a Adrienne.
Ay, Stella solo podía mantener su sospecha para sí misma, sin querer dañar el estado de ánimo de la matriarca de su familia. La Señora Mayor Han ya estaba insatisfecha con ella y no quería empeorar la situación cuestionando los motivos de Ayla.