Al colgar el teléfono, Valerie no pudo evitar sentir un malestar. Su amistad con Adrienne era importante para ella, y el hecho de que Adrienne se hubiera mudado sin decirle nada fue suficiente para hacerla sentir un poco herida.
Pero luego estaba el misterioso hombre que había escuchado de fondo. ¿Quién era él y por qué Adrienne le ocultaba su existencia? Valerie se preguntaba.
Valerie decidió dejar a un lado sus sentimientos y concentrarse en la tarea que tenía entre manos. Necesitaba averiguar qué le ocurría a Adrienne y por qué había estado actuando de manera tan extraña últimamente. Cuando Myrtle llegó para recogerla, Valerie dibujó una sonrisa en su rostro e intentó actuar como si todo estuviera normal.