Adrienne podía sentir su corazón latir aceleradamente. Abrió la boca para decir algo pero se encontró sin palabras. Solo podía mirar a Lennox aturdida mientras se regañaba por dentro.
—No... Lennox no lo decía en ese sentido... —trató de convencerse de que Lennox simplemente estaba tratando de hacer que su arreglo fuera más suave, con menos distracciones y complicaciones. Sin embargo, al encontrarse con su mirada, Adrienne podía ver que él hablaba en serio. Sería un insulto si lo tratara como una broma.
No sabía qué esperaba Lennox que dijera, así que se mantuvo en silencio. No era fácil para ella reaccionar, considerando que el hombre frente a ella era con quien estaba a punto de casarse y la otra persona era su esposo de su vida pasada. Ahora que Alistair había ofendido a Lennox, él se había convertido en su enemigo mutuo ahora.