Han pasado dos semanas. Dos putas semanas desde su última visita al Jardín Jinxiu y las palabras de Lennox seguían resonando en su mente incluso durante las noches tardías. Le susurraban, burlándose de ella, recordándole sus debilidades y vulnerabilidad. Pero lo que era peor era su sugerencia de colocar a una persona a su lado para vigilarla bajo la apariencia de protección.
Adrienne sabía que Lennox no era como Alistair y no era su culpa que ella estuviera reaccionando de esta manera. Los recuerdos de su vida anterior seguían atormentándola, dándole pesadillas como si intentaran recordarle que no olvidara el costo de su locura. Sin embargo, al final, Adrienne aceptó a regañadientes y aceptó la ayuda de confianza de Lennox para que estuviera a su lado.
Adrienne estaba en casa cuando Irina llegó a la propiedad de los Jiang. Estaba leyendo otro libro sobre finanzas cuando Madre Wang vino a anunciarle la llegada de la otra mujer.