—¿Y si algo malo pasara? —A Hunter se le entumeció su ser al pensarlo. Era más aterrador que enfrentar a la muerte misma. Sin embargo, debido a la naturaleza obstinada de Adrienne, Hunter no tenía más opción que confiar en su decisión.
No importa cuán obstinada hubiera sido Adrienne antes, nunca había actuado de manera tan imprudente. Debió haber preparado un plan para convencer a Liam Qin de regresar con ella al Jardín Jinxiu.
Un rayo iluminó el cielo oscuro y fue seguido por un trueno retumbante. La lluvia continuó cayendo, obligando a los espectadores a depender de las cámaras CCTV instaladas alrededor del circuito de carrera y las cámaras dentro de los dos automóviles. También se instaló un intercomunicador dentro de sus coches, lo que permitía a Adrienne y a Liam hablar entre sí, lo cual también sería transmitido en la tienda al pie de la montaña.
—Todavía tienes la oportunidad de salir del coche, señorita Jiang —escuchó decir a Liam en el intercomunicador.