—Lo siento —dijo finalmente Cazador—. Si hubiera sabido que reaccionarías así, te lo habría dicho antes.
Adrienne negó con la cabeza. La que debería pedirle disculpas era ella. Apretó sus puños a los costados con fuerza. Aunque había experimentado una vida de tormento, nunca pensó que había perdido más de lo que sabía de su vida pasada. Ante ella estaba el hombre, el hermano mayor que tuvo y que perdieron incluso antes de su nacimiento. Mientras pensaba en esto, una ola de ira incontrolable brotó desde el fondo de su corazón.
Así que resultó que Camilla y su padre los habían arrancado uno tras otro. Comenzaron con su madre y luego siguieron con ella. Adrienne no podía imaginar cuánto había sufrido Cazador en su vida pasada, ajeno a la conspiración que les tendían. Toda su familia fue aprovechada y al final desechada. ¿Cómo podría Adrienne mantener la calma después de saber esto?