```
—¡Argh! —Duan Yu gritó mientras era arrojada en una camilla ensangrentada. Intentó levantarse, pero en cuanto se movió, las correas de metal brotaron de los lados de la camilla y la amarraron a ella, haciendo imposible que Duan Yu hiciera siquiera un solo movimiento.
Miró a Bai Po con miedo, sus pupilas temblaron mientras observaba el líquido rosa claro y tragaba. Había visto lo que les sucedía a aquellos que eran forzados a beber esa pócima que Bai Po creó y cuando recordó sus muertes horrendas, sus ojos se tiñeron de rojo por los remordimientos.
Ahora nunca podría volver y ver a su madre de nuevo, su madre quedaría sola en la casa por el resto de su vida con su enfermedad mortal antes de que ella también falleciera.
—Pócima para conectar las ondas cerebrales y un cuerpo sano —Bai Po miró a Duan Yu, quien temblaba de pies a cabeza—. Esto es perfecto. Seguro que esta vez tendré éxito.