—Lo haré —dijo Sebastián y estaba a punto de arrodillarse frente a las brujas cuando una de ellas se levantó de su lugar y usó su magia para hacer aparecer un cojín almohadillado justo debajo de las rodillas de Sebastián, evitando que se inclinara ante ellas.
—Solo porque eres un hombre en necesidad, no significa que nos rebajemos tanto como para hacerte rogar por algo que también es nuestro deber. Aunque mataste a 10 de nuestras brujas, nunca vinimos por ti porque también sabíamos lo que ellas hicieron —dijo la bruja.
La líder del clan miró a su bruja subordinada y asintió.
—Solo queríamos poner a prueba tu amor por tu esposa y queríamos saber si lo que muestras es también lo que sientes. Sin embargo, si el rey vampiro todopoderoso puede inclinarse por su esposa, debe amarla mucho —dijo la líder del clan y Sebastián juntó sus manos para mostrar su gratitud.
Elliana se dio la vuelta y caminó a cierta distancia, sus dedos temblaban mientras apenas controlaba su tristeza.