—Glow, no te preocupes por mí. Por favor, sálvate a ti misma —gritó Sasha entre agonías.
Han pasado diez minutos desde que comenzaron a pelear, y decir que están perdiendo sería un eufemismo.
Nunca en su vida se habían sentido tan incapacitados como se sentían hoy luchando contra estos vampiros renegados que no se detenían ante nada para dañarlos.
Glow miró la expresión de dolor de Sasha antes de voltear hacia Smriti, que estaba haciendo todo lo posible por ayudar a Natasha mientras luchaba a su lado.
—Ya no puedo más —Lilian le hizo señas a Sasha mientras caía al suelo, y los renegados que la habían estado luchando hasta el final sonrieron con malicia.
—Si te atreves a acercarte a ella, te prometo que tendrás una muerte agonizante —amenazó Sasha a los vampiros renegados que se rieron de ella.
