Capítulo-103
—¿Qué estás haciendo, Elliana? —susurró Sebastián sin alejarla.
—Marcando mi territorio, señor Marino. Como soy la esposa de un príncipe vampiro que estoy segura pronto será el rey, tengo que aprender sus modos de marcar el territorio, ¿no? —murmuró Elliana con sus dientes aún clavados en su piel y él deslizó su mano en su cintura antes de jalarla hacia él de un tirón.
Esta chica tonta.
Él se puso recto, su mano sosteniendo su cuerpo mientras ella estaba levantada en el aire y Sebastián la miraba directamente a los ojos.
—¿Ah sí? ¿Debería marcar mi territorio también? ¿Ya que soy el verdadero vampiro aquí? —Sebastián lamió su labio inferior por dentro de la máscara.
Pensó que Elliana se asustaría, pero para su mayor sorpresa, Elliana inclinó la cabeza y retiró su cabello de su hombro izquierdo, dándole acceso a su cuello.