Capítulo 93
Elliana cerró los ojos y pensó en la música que sonaba en su mente como siempre lo hace.
—Las cosas nunca han salido a mi manera.
A medida que pasan los días, otro día,
Estoy esperando a que alguien pase,
Que se aferre a mí con fuerza y me salve de lo que está por venir
Elliana cantó la primera parte de su canción, dejando a todos atónitos. Se sintieron aturdidos. Escalofríos surgieron en la piel de todos al mirar a la chica, cuyo cabello ahora se agitaba sin ningún ventilador dirigido hacia ella.
Parecía un ángel en ese momento, cantando la canción del dolor y el anhelo.
Literalmente dejaron todo solo para escucharla. Había un silencio sepulcral en el salón.
Arohi miró su PlayStation y sintió que podía tocar algo que acompañara la melodía y tocó suaves ritmos que combinaban bien con el tipo de canto que estaba realizando Elliana.
Miró a Elliana, que estaba asombrando a todos con su suave y dulce voz, y sonrió. La chica era ciertamente un talento nato.