```
Capítulo-87
Tan pronto como Sebastián salió de su coche, lo primero que notó fueron las huellas en el suelo húmedo que conducían al edificio abandonado al que sus hombres le habían traído.
Las huellas definitivamente pertenecían a una mujer.
—¿Están seguros de que este es el lugar? —preguntó Sebastián, y sus hombres asintieron.
—Estás justo a tiempo, príncipe. Creo que están intentando cambiar su base a otro lugar ahora. Llamaron a la compañía de logística que se llevó la mayoría del mobiliario utilizable del edificio —dijo su hombre, y Sebastián tarareó, encontrándolo un poco sospechoso.
—¿Sospecharon algo? ¿Como tu presencia o algo más? No veo por qué se irían justo antes de que yo llegara —preguntó Sebastián, pero pensando que podría estar pensando demasiado en ello, entró en el edificio abandonado.
Allí estaban, las mujeres que se habían atrevido a arrebatarle a los chicos y le habían dado el desafío -
Sebastián se detuvo a mitad de los pasos.