—¡Señor Dexter! ¿A dónde me lleva? —chilló Elliana, y Dexter la miró mientras seguía corriendo y saltando por los árboles, usando su habilidad para ocultar sus huellas.
—¿Dónde crees que te llevo, hermosa? —preguntó Dexter, y Elliana se mordió los labios mientras cerraba los ojos, el fuerte viento le hacía picar los ojos.
No puede evitar encontrar gracioso cómo siempre termina en brazos de vampiros porque piensan que viajar a su velocidad vampírica es fácil.
El corazón de Elliana latía rápidamente en su pecho debido a la adrenalina, y se dio cuenta de que esto era lo que Samantha debió haber sentido después de sentarse detrás de ella.
Después de lo que pareció una eternidad, pero fueron veinte minutos, finalmente se detuvo debajo de la colina cerca de lo que parecía una granja.
—Este es mi escape del mundo. Eres bienvenida a entrar. Esta es la primera vez que traigo a alguien aquí. ¿No te sientes afortunada? —preguntó Dexter, y Elliana miró alrededor con los ojos muy abiertos.
