—¿Qué estás haciendo? —Alcinder fue el primero en pronunciarse, y su mirada cayó sobre su codo, que tenía un ligero rasguño, mientras Dexter estaba a su lado con algunas hojas en su mano que estaba a punto de aplicar sobre su herida.
—Yo... Es su culpa, lo juro. Él ofreció cocinarme unos fideos, y siendo la chica caballerosa que soy, no podía romperle el corazón decepcionándolo —Elliana parpadeó antes de llevarse otro bocado de fideos a la boca.
—Y... están buenos —dijo ella, y Alcinder apretó los labios antes de mirar a Daniel.
Su expresión era clara —¿Es esta la misma chica que estábamos buscando y por la que nos preocupamos?'.
—Para alguien que ha sido secuestrada, realmente tienes mucho coraje —Daniel caminó hacia ella, su mirada se desvió hacia el rasguño en su mano, y dilató las fosas nasales.