No olvidó compartir fotos de este progreso en su propia página de red estelar. La Estrella Azul tenía muchas razones para estar orgullosa y no rehuiría de restregarlo en las caras de todos aquellos que preguntaron a los primeros inmigrantes por qué se mudaban a un vertedero.
—¡Mira hasta dónde ha llegado el antiguo vertedero! —dijo con su publicación.
Por la tarde, participó en una actividad en la que no había participado durante una semana entera, la caza de devoradores de almas. Severo encontró un grupo de colectores de almas escondidos en la Estrella Amarilla.
Una vez que llegó allí, los refinó con facilidad y luego caminó alrededor, preguntándose si le traería algunas buenas sorpresas como lo había hecho la Estrella Gris.
Primero, pasó por el templo de la diosa Rai, la deidad elegida por Ramslin y encendió algo de incienso.