—Moviéndose de un lado a otro sobre la espalda de su padre, Justin tiraba del pelo de Esong como si fuera el manillar de una bicicleta.
—Papá, canta conmigo, pica pica ay ay, ¿puedes ayudarme con mi lastimadura? —luego dijo.
—Se llama la canción de la lastimadura, bebé.
—Sí, esa misma —dijo Justin alegremente.
Detrás de ellos, escuchó a Gregor decirle a Beord:
—Hermano grande, llévame tú así también.
—Y a mí —dijo Halley.
Cuando Escarlata se volvió, vio a su hermana menor saltando y tirando del pantalón de Beord. Halley se había apropiado de la pierna izquierda de Beord mientras que Gregor reclamaba la derecha. Con la forma en que tiraban de su pantalón deportivo, probablemente lograrían bajarlos con éxito.
—Tranquilícense, mocosos —Beord se sujetaba el pantalón por la cintura—. Si me hacéis pasar vergüenza, nadie será cargado —miró a Escarlata y le hizo señas de ayuda con la boca.
Escarlata se rió y dijo: