—¿Qué estás dispuesto a apostar a que ella usará esa llama suya para escapar de la jaula de niebla? —preguntó la antigua deidad a Litia.
—No lo hará —aseguró Litia a su hermano—. La chica es más inteligente de lo que parece, sabe la importancia de mantener la llama en secreto.
—Entonces perderá —declaró la antigua deidad.
—De hecho —sonrió misteriosamente Litia—, va a ganar.
Ambos miraron el escenario, uno con ojos brillantes de diversión y otro con una mirada de intensidad. Cada uno con su propia agenda, todo por el mismo segador llamado Escarlata el sabueso.