Dylan y el lado de Anna
Dylan miró el teléfono en su mano, pensando en la noticia que Marcos envió hace no mucho. Han pasado casi tres horas y Marcos aún no había regresado.
Ese hombre dijo que volverían en dos horas, basándose en el tiempo estimado del viaje.
Incluso si se retrasaron un poco porque estaba oscuro, no se retrasarían tanto, ¿no?
Dylan frunció el ceño.
—¿Maullido? —Kitty vio que Dylan estaba sentado ensimismado. Tiró del pantalón del hombre, intentando atraer su atención.
—Estoy bien, Kitty. —Dylan acarició la cabeza de Kitty y luego miró a Anna.
En las últimas tres horas o más, los dos habían estado limpiando su respectivo dormitorio. Anna ya había limpiado todo y preparado la mochila y las cajas que llevaría si estaban a punto de irse.
También estaba la ración de la cocina que pusieron en las cajas, listas para ser llevadas.
—¿Marcos y Lucía aún no han vuelto? —Anna de repente preguntó con el ceño fruncido cuando llegó al lado de Dylan.