—¡Bang!
Antes de que el arma pudiera ser apuntada en su dirección, Anna ya había disparado hacia el brazo del hombre. El arma voló y al siguiente momento, Anna apuntó su pistola hacia el arma misma y disparó una vez más.
—¡Bang!
El arma explotó y la pólvora dentro de las balas provocó una explosión, alcanzando directamente a las personas alrededor del arma.
—¡Aaaaaaaaa! —Los gritos y los alaridos se mezclaron.
Varias personas resultaron heridas por los fragmentos del arma que explotó.
Anna miró fríamente a las pocas personas frente a ella. —¿Nunca les dijo Jake que soy la poseedora del récord en el campo de tiro local?
En términos de armas, la mayoría de las personas no podrían compararse con ella.
—Tú, tú te atreves... —murmuró alguien con incredulidad.
—En esta situación donde estás a punto de desenfundar tu arma, ¿no crees que mi acción constituye defensa propia? —Anna preguntó a cambio, su tono era frío e indiferente.