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¡BANG!
¡Kyaaa!
Las dos chicas gritaron y saltaron hacia atrás.
Los chicos se quedaron atónitos y también miraron hacia abajo y vieron que había una marca en el suelo no muy lejos de las piernas de John.
La cara de John se puso pálida al instante.
Un centímetro más a la derecha, y la bala habría atravesado sus piernas. En ese caso, definitivamente habría quedado lisiado.
Todos giraron la cabeza y miraron a Anna con miedo.
—Esta pistola tiene 20 balas en el cargador —dijo Anna con calma—. ¿Crees que 20 balas son suficientes para lidiar con ustedes o no?
Los demás rápidamente cogieron sus bolsos y corrieron de vuelta sin mirar en dirección a Anna para nada.
Esta vez, no se molestaron en decir otra palabra por si Anna les disparaba directamente como el tiro de advertencia de ahora mismo.
—Son bastante miedosos —comentó Anna.
