Aunque la realidad les decía que era inútil, no querían rendirse.
Tal vez, su acción parecía estúpida.
Pero para algunas personas, simplemente no había otras formas. Estaban fijados en el objetivo frente a ellos y no podían pensar en otras maneras.
Porque sentían desequilibrio.
Los demás podían hacerlo, ¿por qué ellos no?
Tal vez solo cuando el mundo se estabilizara en el futuro entenderían que el destino de cada uno era diferente. Que no estaban destinados para lo mismo y que estaban destinados a no poder despertar sus habilidades.
Pero eso era para el futuro.
Ahora mismo, muchas personas aún estaban apostando sus vidas por esta pequeña oportunidad.
Jake podía ver que sus padres habían dejado de lado las ambiciones.
Él no los culpaba.
Pero él mismo no podía hacerlo.
Su ambición era grande y sentía que después de varios años, debería poder elevarse y convertirse en un despertado poderoso. Pero el año pasado ya lo había golpeado tan fuerte que desconfiaba de la vida.