El Tío Matthias continuó su camino hacia el lugar del Tío Darien.
En este momento, miraba a su alrededor y echó un vistazo en una dirección antes de ver a Dylan y Anna saltar del árbol. Por su acción, era fácil adivinar que no era la primera vez que hacían algo así.
—Está lloviendo, ustedes dos diablillos deberían volver pronto —regañó el Tío Matthias cuando vio que estos dos ni siquiera traían paraguas.
—¿Ah? —Anna parpadeó y se volvió hacia Dylan, quien formó un paraguas con su hielo para cubrirlos a ambos. Aunque la temperatura era un poco fría porque era hielo, pero esto no era mucho para ambos.
Después de todo, la fuerza física de Dylan y Anna había sido fortalecida por su habilidad. Por lo tanto, incluso si usaban un paraguas de hielo, no sería un problema.
—Maullido. ¡Te olvidaste de mí! —Kitty saltó después de Dylan y Anna. Miró con enojo al Tío Matthias, quien parecía olvidar que también estaba allí y todavía siguiendo a los dos.
