Dylan y Marcos podían oír a las chicas riendo y hablando tras ellos y se sintieron bastante impotentes.
Las dos chicas no parecían preocuparse demasiado y solo se ocuparían de ello si estos dos les causaban algún problema. Pero para ambos, cuanto antes se resolviera la situación de estas personas, mejor.
No querían permitir que esta gente continuara causando problemas delante de ellos de esta manera.
—¿Qué opinas? —preguntó Marcos.
—Le pediré a mi tío algunas cosas —dijo Dylan encogiéndose de hombros—. Tener un tío poderoso le ayudaría a lidiar con algunas cosas. En cualquier caso, todo lo que necesitaba hacer era ayudar a su tío con una mayor variedad de vegetales, porque su tío tenía una fuerte aversión hacia las papas.
Para eso, él persuadiría a su esposa, pero Anna generalmente estaba de acuerdo fácilmente en estas cosas porque también quería hacer a su abuelo y tío más fuertes y poderosos.
—Y ¿qué quieres hacer tú? —preguntó Marcos.
