Todos miraron con el ceño fruncido a los grandes animales mutados que venían hacia ellos.
—¿No tienen ningún miedo? —preguntó Alan. No le importaba matar más de estos grandes animales mutados con su rayo, pero realmente no le gustaba ver tantos animales mutados grandes acercándose.
Era incómodo y ¿quién sabía si se agotaría en medio de la lucha antes de poder acabar con todos estos grandes animales mutados?
—Se sienten atraídos por el olor del polvo opaco —dijo Anna ligeramente.
Dado que todos eran parte del ejército o al menos tenían alguna conexión allí, todos conocían la existencia del polvo opaco. No había problema con que Anna lo mencionara y en el futuro, más y más personas sabrían también de la existencia de este polvo.
Y debido a que sus habilidades derivaban de él, habría un olor del polvo opaco a su alrededor.
No era tan obvio ya que se había mezclado con sus cuerpos.
Pero estos grandes animales mutados podían olerlo aún así.
