—¡Maullido! —protestó Kitty.
¡No era como si él quisiera cambiar su pelaje de blanco a rojo tampoco! Era culpa de estos grandes animales mutados ser tan débiles que él podía matarlos al instante y luego su sangre salpicaba sobre él.
Después de un poco de práctica, Kitty pudo evitar las salpicaduras de sangre hasta cierto punto…
Pero era inútil ya que su cuerpo aún estaba sucio por la sangre.
*risita*
—Ven aquí, Kitty, y déjame lavarte un poco —Anna se rió entre dientes y llamó a Kitty para que se acercara.
—Maullido~ —Kitty movió la cola felizmente y quería restregar su cuerpo en las piernas de Anna. Pero pensando que aún estaba cubierto de sangre, Kitty se abstuvo de hacer tal acción y en cambio se puso de pie frente a Anna.
—¡Chapoteo!
Agua salió del espacio de Anna, salpicando en el cuerpo de Kitty y lavando la primera capa de sangre.
—Maullido~ —se sentía bastante cómodo.
