Derek parecía sorprendido y miró a Sean con cierta vacilación.
—¿Puedes hacerlo? —preguntó Sean.
Derek se rió con ligereza.
—Puedo, pero deberás cumplir tu promesa y no dejar que nadie se entere de esto.
—No te preocupes —Sean sabía que esto rompería el protocolo, pero no le importaba. Aquellos que se atrevían a conspirar contra él y su padre merecían morir.
Nunca dejaría que se salieran con la suya.
—Vale, lo haré.
—Bien. —Sean asintió y luego pensó en los parientes de su padre.
Esas personas habían codiciado hace tiempo la posición de su padre pero por diversas razones, incluyendo las habilidades de su padre, no se atrevían a dar un paso adelante. Ahora que su padre se había ido, no cabía duda de que estas personas definitivamente querrían aprovechar la situación.
Los ojos de Sean centellearon con frialdad al pensar en esto.