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—¡Bastardo! —rugió Tasha con ira.
¿Cómo no se dio cuenta de que Anna y Dylan solo estaban paseando mientras ya habían instruido a otros para comprar las cosas que querían? Esto era igual a la última vez, pero Tasha no fue capaz de darse cuenta a tiempo y aún seguía a los dos como una idiota.
Bueno, realmente era estúpida.
Incluso si se usaba el mismo truco dos veces, Tasha todavía estaba dispuesta a caer en él. O tal vez era porque no podía hacer nada más porque su cerebro no estaba dispuesto a pensar en otro método para causar problemas.
Ni Anna ni Dylan estaban preocupados por ella.
Solo lo intentaron y si Tasha no estaba dispuesta a morder el anzuelo, los puntos de contribución que le dieron a Mata podrían ser utilizados para comprar lo que querían.
¿En cuanto a Tasha?
Ella compró todo de esa tienda, fuera bueno o malo. Simplemente reflejaba que tenía demasiado dinero en la mano… oh, no dinero sino puntos de contribución.
