Lamentablemente, Anna no sabía lo que Dylan estaba pensando. Se agachó al lado de Kitty y estiró su mano, rascando suavemente la barbilla del gato.
—Maullido~ —Kitty se sintió cómodo.
—La próxima vez, no te quedes aquí mirando —dijo Anna.
No quería realmente mostrarle tal escena a este gato.
—¡MAULLIDO! —No es que quiera mirar tampoco.
Kitty fulminó con la mirada a Dylan, sintiendo que todos los problemas venían de este hombre molesto de aquí. Si él no se acercaba a Anna, ¿por qué tenía que alejarse?
Tenía tantas ganas de arañar a Dylan justo ahora.
Dylan vio la mirada de Kitty y mostró una sonrisa de suficiencia y expresión de autosatisfacción. ¿Qué importaba si quería acercarse a Anna? ¡Es su derecho!
—¡MAULLIDO!
—Je.
—Vosotros dos, no peleéis —Anna se rió al ver la disputa infantil entre el hombre y el gato. Sentía que los dos realmente no podían llevarse bien.
Pero en ese momento, pudo sentir que Dylan debería estar celoso del gato.
¿Celoso de un gato?