—¿Estamos... vivos? —preguntó Teri, todavía aterrorizado por el encuentro recién ocurrido. Incluso sentía que estaba soñando, porque era tan surrealista.
—Sí, estamos vivos —dijo Dylan—. Echó un vistazo a estos dos y luego se giró para mirar a Anna. Él y los otros chicos avanzaron, pasaron por el primer coche y luego mataron al resto de los miembros del equipo de John.
Fue muy rápido.
El coche súbito bloqueó su visión, así que salieron para poder luchar. Pero en ese momento, Dylan y los demás habían llegado, así que todos fueron abatidos a tiros hasta morir.
Anna miró a John, quien había sido baleado en el desorden y luego al coche debajo de él. Calculó silenciosamente la distancia y adivinó que la fuerza de la caída de este coche no era suficiente para destruir el techo del coche y solo causaba conmociones a las personas dentro.
La próxima vez, tendría que aumentar la altura si quería matar a alguien que estuviera dentro de un coche.
