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Rápidamente sacudió su cabeza.
Sentía que estaba pensando demasiado.
Quizá era porque solía jugar con Dylan cuando era joven y se había dejado influir por ello. Convenciéndose de que esa era la razón, Anna sacudió su cabeza.
—No es necesario. Yo prepararé la mesa y te esperaré.
Dylan sonrió. —De acuerdo, hermana Anna~.
Él caminó hacia el baño. En el baño, Anna ya había llenado el cubo entero con agua de baño. De todos modos, cuando el agua no se había cortado, ella recogía tanto agua potable como agua de baño.
Y después de sólo un mes, el agua de baño que ella guardaba en su espacio todavía era mucha.
Llegó al punto en que Anna se preguntaba si podría consumirla toda en un año. Si la fuente de agua se limpiara dentro de este año, no tendría mucho sentido que guardase tanta agua en su espacio.
Así que generosamente las compartió con Dylan.
De todos modos, si ellos estaban limpios aquí, el olor sería mucho más limpio también.