—Anastasia no podía creer que había una demonio que conocían del mundo mortal. Pero la mujer logró evadir cualquier sospecha y desapareció tras concluir la celebración de cumpleaños de Lady Sophia.
—Una carcajada siniestra escapó de Víctor ante la vista que tenía delante, y comentó —qué desafortunada, Amara. Haberte encaprichado del verdugo y aun así ser incapaz de tenerlo, ni en el reino de los vivos ni en el de los muertos.
—El rostro de la demonio se agrió en respuesta a las palabras del Diablo, y replicó —solo es cuestión de tiempo antes de que la perdición caiga sobre nosotros —sus palabras tenían un significado subyacente. Habiendo aventurado en el reino viviente para atar al archidemonio a ella, dijo —lo habría logrado de no haber sido convocada de vuelta aquí.
—Dante no prestaba atención a la demonio de bajo rango, y colocó su mano en la espalda de Anastasia antes de empujarla suavemente para sacarla del lugar. Una vez que salieron de la torre del Diablo, ella preguntó,