—Bestia Fea, ¿¡cómo te atreves a herir a mis amigos?! ¡Te haré pagar muy caro por eso! —La copia perfecta de Tang Li Xue respondió fríamente mientras se abanicaba con elegancia con el abanico de papel en su mano.
—¡Jajajajaja! ¡Qué humana tan estúpida! ¿Solo porque puedes repeler uno de mis ataques de garra crees que puedes derrotarme? Además de eso, ¡mi especialidad es la velocidad, no la fuerza! —El gran murciélago de sangre se burló con sorna de la copia perfecta de Tang Li Xue.
—¿¡Y qué?! Tu fuerza ya es más débil que la mía. ¿Realmente crees que tu velocidad puede ser más rápida que la mía? —La copia perfecta de Tang Li Xue dijo mientras se burlaba con confianza.
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Nadie se dio cuenta de que, mientras se burlaban uno del otro frente a los demás como enemigos mortales, en realidad también se saludaban calurosamente con telepatía.