—Ustedes no necesitan estar tan tristes o preocupados por mí. Al contrario, deberían esperar que vaya pronto al Continente Central, llegue allí sana y salva, y evolucione con éxito en una Bestia Espíritu, para que tres tengan un respaldo sólido en el futuro —La Instructora Mei Lan intentó animarlos.
El ánimo de Tang Li Xue, Bing Yi y Hei Yinghao no cambió en lo absoluto, y aún permanecieron en silencio mirando a la Instructora Mei Lan con tristeza.
La atmósfera del aula parecía volverse tétrica y deprimente.
Incluso la Instructora Mei Lan ya no sabía qué decir para alegrar el sombrío estado de ánimo de sus tres estudiantes.
A Tang Li Xue no le gustaba la actual situación sombría, así que rápidamente cambió el tema de su conversación y preguntó:
—Oh, cierto... Instructora Lan, ¿lograste obtener información sobre quién contrató a los asesinos anteriores para matarme?
Pero la expresión de la Instructora Mei Lan se volvió mucho más solemne en su lugar.
