—Suspiro... Parece que el banquete de esta noche está destinado a no ser tranquilo. De todos modos, dejaré todo en tus manos, mi copia perfecta. ¡Por favor, haz tu mejor esfuerzo para completar la tarea dada por la Instructora Lan! —alentó Tang Li Xue a su propia copia perfecta.
La copia perfecta de Tang Li Xue:
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—No sé por qué, pero ¿por qué el ánimo de mi verdadero yo se siente como una burla? —murmuró la copia perfecta de Tang Li Xue.
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Tang Li Xue pasó la mayor parte de su tiempo merodeando por el Jardín Imperial buscando algunas pistas que el asesino en serie podría haber dejado accidentalmente.
Pero Tang Li Xue dejó que su copia perfecta se quedara en su propia habitación, ya que seguramente no quería que nadie se encontrara con su verdadero yo y su copia perfecta al mismo tiempo.
Lamentablemente, no encontró nada sospechoso hoy hasta que oscureció y, sin saberlo, ya era la hora de que su copia perfecta asistiera al banquete nocturno.