Hei Yinghao se sintió muy agraviado por la pregunta de Tang Li Xue, así que de inmediato le explicó todo a ella.
—¡Xue, esto no es mi culpa! Ya intenté ayudar, pero esa chica fría dijo que no necesitaba mi ayuda, ¡y que debería ir a ayudarte a ti en su lugar! —Hei Yinghao apretó los labios.
—Oh, entonces ella también quiere pelear un combate uno contra uno. ¡Vamos a ver su batalla! —Tang Li Xue sonrió y corrió emocionada para observar el combate de Bing Yi.
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Cuando Tang Li Xue y Hei Yinghao llegaron, la batalla de Bing Yi con la chica de cabello castaño rizado ya había alcanzado su punto álgido.
Ambas todavía estaban sin heridas, pero la respiración de Bing Yi ya era pesada mientras la chica de cabello castaño rizado seguía tan calmada como de costumbre con una sonrisa gentil en su rostro.
Era claro que la chica de cabello castaño rizado tenía una gran ventaja en este tipo de ambiente.
