—¡Maestra! No compares a este chico con Xiao Li. ¡Este chico es tan falso! ¡Falso! ¡Falso! Xiao Li es el auténtico —Xiao Li estrechaba sus ojos púrpura mientras jugaba con sus uñas rosas—. ¡Hump! ¡Atrévete a pretender ser tan encantador como este gran Señor! Chico, vamos a ver si este Señor te despelleja vivo —Xiao Li resopló, sacudiendo su cola de zorro de un lado a otro.
—Todos se quedaron sin palabras por el zorro, que siempre parecía estar de mal humor, claro, excepto cuando disfrutaba de su fresa favorita y de la comida de Huang Ying Yue —para los cultivadores, las calorías contenidas en la comida serán expulsadas del cuerpo siempre y cuando esa persona use la Píldora de Lavado de Médula para limpiar todas las impurezas de la sangre y meridianos —Xiao Yun yacía en el cojín de algodón suave con el logo de dibujos animados bajo el árbol de flor de durazno flamenco cerca del lago de loto.