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—Vamos al salón —con un pensamiento, todos aparecieron en el salón.
Sentados en el suave algodón, debajo había una gran alfombra blanca y suave de piel de zorro extendida en el suelo.
Los muebles aquí parecían ser muchos más que antes.
Especialmente en la mesa y la alfombra de zorro, había libros de manga y un cuenco lleno de fresas rosas espirituales y uvas violetas.
En el salón, el espacio parecía mucho más grande que antes. Había más muebles y personal extraño dentro. Incluso las decoraciones eran un poco diferentes.
—Esto... —si este no fuera su espacio y no sintiera la fuerte conexión entre su alma y el Pequeño Mundo Etéreo, Huang Ying Yue podría sospechar que había llegado al lugar equivocado.
Ella estaba segura de que no había una alfombra de zorro en el piso cuando visitó aquí por primera vez. Incluso el vidrio de los peces, el gabinete, el jarrón extraño y un sinfín de objetos valiosos estaban expuestos aquí.
