—Ohh… ¿Cómo sabe la Maestra si dices la verdad? ¿Realmente no estás tramando algo y pretendes ser débil para estar cerca de la maestra? —El hombre hizo una pausa y levantó la comisura de sus labios como si hubiera descubierto algo divertido.
—Lo sabía; Xiao Yueyue debe haber planeado este método hace mucho tiempo —dijo Xiong Zi Ying entre risas juguetonas mientras tomaba la taza de té para beber.
—Maestra, ¿estás bien? ¿Debería conspirar contra la maestra? —preguntó Huang Ying Yue con duda.
¿Le habrá pasado algo a su cerebro?
¿Por qué pensaría tanto? ¿Por qué necesitaría conspirar contra él?
—¡Puf! —Xiong Zi Ying escupió el té que acababa de beber, al oír su pregunta y su expresión que lo miraba como si fuera una persona con algún trastorno mental.
Xiong Zi Ying no pudo decir nada después de ver sus ojos apagados y sus preguntas sinceras, como si ella tuviera pura curiosidad por todo.
