—¡Wang Pei Zhi! Te desafío a decir de nuevo que soy fea. Créeme o no, haré que mi padre te aplaste hasta convertirte en escoria —Xiang Fongfong, quien era ignorada por todos, apuntó con su dedo a Wang Pei Zhi.
—Siéntate aquí primero; yo me encargaré de esa chica fea y molesta —Wang Pei Zhi agarró los hombros de Huang Ying Yue para hacerla sentar en una silla, seguido de Huang Wan Yan.
—Escucha bien, chica fea. Puede que otras personas teman el poder de tu familia, pero yo, Wang Pei Zhi, no le tengo miedo a nada. No creas que puedes venir aquí a hacer lo que quieras y usar tu poder para oprimir a cualquiera como te plazca. ¿Acaso piensas que mi familia Wang es una cebolla? —Wang Pei Zhi se arremangó, revelando sus manos blancas y regordetas mientras se ponía las manos en la cintura.