—Dicen que nadie me quiere porque soy sucio e impuro —una sonrisa autodespreciativa apareció en su impresionante rostro. El hombre, que siempre había sido fuerte, ahora bajaba la cabeza para ocultar sus emociones.
—Yao Yanzi, ¡no eres digno de nadie! ¡Ningún hombre o mujer te quiere!
—Yao Yanzi, estás destinado a fracasar en encontrar a alguien que acepte todos tus defectos.
—De ahora en adelante, solo puedes vivir como una zorra bajo los cuerpos de hombres y mujeres. No esperes encontrar el verdadero amor.
—Si te aman, es por esa cara tuya que nos hizo celosos. Sin esa piel tuya, nadie te quiere.
—Eres como tu madre. Un zorra astuta que nació para seducir a hombres y mujeres.
—Has sido mancillado por nosotros. Eres sucio.