[Dominio Exterior, Valle Venenoso]
Las mañanas de invierno en el bosque exudaban un ambiente sereno y mágico. El bosque estaba cubierto por una capa de nieve prístina, brillando como un mar de diamantes bajo la luz de la mañana temprana.
Al amanecer, el paisaje a menudo se encontraba envuelto en un suave y nebuloso velo que se adhería a los árboles y plantas, creando una atmósfera etérea. El aire frío y nítido estaba lleno del sutil aroma de los pinos y la tierra húmeda, ocasionalmente teñido con el agudo olor de la nieve.
Los copos de nieve descendían lentamente y suavemente, como pequeñas plumas blancas flotando en el aire. Cubrían el suelo, los árboles y los techos con una suave manta blanca. El mundo exterior parecía tranquilo y calmo, con todo tocado por la suave nieve.
En el interior de la habitación, dos figuras desnudas y encantadoras dormían profundamente bajo la cálida manta.