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—Los discípulos de varias sectas se situaron en distintas direcciones; todos rodeaban a la gigantesca criatura —relata el narrador—. Cada uno sostenía diferentes tipos de armas y utilizaba varios elementos para luchar contra la criatura. Desafortunadamente, no le causaron ningún daño al monstruo.
—Apareció una enorme red dorada cuadrada en el cielo, encarcelando al monstruo que era tan grande como una montaña. Bei Tingguang controlaba su red dorada en un intento de retrasar, a veces para que todos se marcharan primero, y atacaba al monstruo.
—Frunce el ceño y observa fijamente al monstruo —pensó—. ¿Cómo podría aparecer aquí esta peligrosa criatura? No, ¿cómo atrajeron la atención de su monstruo?
